El 28 de julio de 2024 se celebraron las elecciones presidenciales en Venezuela. Estos comicios generaron expectativa dentro y fuera del país porque, por primera vez en más de diez años, existía la posibilidad real de que el país sudamericano tuviera un cambio de presidente. El chavismo y la oposición volvieron a medirse en las urnas electorales. Nicolás Maduro, actual presidente de la nación, veía cómo el outsider Edmundo González Urrutia sumaba cada vez más apoyo e intenciones de voto de los venezolanos.
Sin embargo, los resultados emitidos por el Consejo Nacional Electoral (CNE), máximo ente rector de las elecciones en Venezuela, fueron contrarios a lo que esperaba la mayoría de la población. Nicolás Maduro fue proclamado vencedor rápidamente sin la publicación de los resultados completos y disgregados. De inmediato, decenas de países expresaron su preocupación por lo que estaba ocurriendo en Venezuela e instaron a las autoriadades electorales de la nación a publicar los comprobantes que validen los resultados emitidos.
Más de un mes después estos comprobantes todavía no han sido publicados por parte del CNE, pero sí por la oposición venezolana que asegura haber ganado las elecciones presidenciales.
En medio de todo este contexto está la historia de dos periodistas. Una de Argentina y otro de Venezuela. Ambos unieron sus esfuerzos y se apoyaron logística y emocionalmente para hacer cobertura en el terreno de las elecciones presidenciales del pasado 28 de julio. Ambos se conocieron en el seminario dictado por el Center for Media Integrity of the Americas (CMIA) entre el 8 y el 12 de abril de este año.
Dos periodistas unen esfuerzos para contar historias en Venezuela
Lucía Sol Miguel, periodista argentina del diario La Nación viajó desde Buenos Aires a Caracas con el objetivo de cubrir los comicios presidenciales, pero antes de llegar al 28 de julio, la reportera sureña tuvo una extensa preparación. “ Hice mucha preproducción. Hablé con analistas, tenía piezas escritas y entrevistas. También hablé con mis editores y con altos directivos del diario. Con abogados evaluamos distintos escenarios. Era importante conocer mis derechos”, comentó la periodista argentina.
Mientras tanto, en Caracas estaba Iván Ernesto Reyes, periodista y fotógrafo venezolano que trabaja para el medio digital Efecto Cocuyo. Reyes y Miguel conversaron en diversas ocasiones sobre una posible cobertura de la periodista argentina. “Era necesario conocer los objetivos que tenía La Nación y Lucía con la reportería en Venezuela. Hablamos varias veces para ajustar detalles y para responder algunas preguntas que pudiera tener Lucía sobre Venezuela”, dijo Iván Reyes.
Lucía e Iván compartieron junto a otros 12 periodistas latinoamericanos en el seminario del CMIA centrado en asuntos del desarrollo. Fue durante esos días de abril que se hicieron los primeros contactos entre estos dos reporteros con experiencia en coberturas electorales.
“El seminario me dio uno de los mejores contactos que me podía dar para poder hacer esa cobertura (…) siento que se generó un buen vínculo entre todos los que participamos en el seminario. Conversamos periódicamente, no sólo fue un espacio para tener el número de teléfono de un colega, sino que funcionó para hacer amistad”, recordó Lucía Sol Miguel sobre su experiencia en el seminario del CMIA en 2024. Miguel también relató que otra participante del seminario, con experiencia en coberturas en Venezuela, le escribía a diario dando recomendaciones y datos sobre un entorno que podía volverse hóstil rápidamente.
“Cubrí las elecciones en Colombia (2022) y en Ecuador (2023), pero sabía que esta era una elección diferente”, afirmó la periodista argentina.
Apenas un día después de que se celebran las elecciones presidenciales, Venezuela entró en una situación crítica donde se realizaron cientos de protestas en todo el país, especialmente en sectores populares. Tanto Lucía Sol Miguel, como Iván Reyes unieron esfuerzos para poder cubrir las manifestaciones que se dieron en Caracas, capital venezolana.
La importancia de la empatía y el periodismo colaborativo
Aunque Lucía e Iván trabajan para diferentes medios de comunicación, lograron hacer equipo y trabajar de forma colaborativa en contar historias para sus respectivas audiencias. La periodista argentina entregaba, a diario, entre dos y tres notas que eran publicadas en su país. Con contexto, datos y testimonios recabados en el terreno, el trabajo de Lucía Sol Miguel se enfocaba en tener una mirada empática y cercana con los venezolanos.
Mientras tanto, Iván Reyes fotografiaba y escribía historias para la audiencia venezolana que sigue a Efecto Cocuyo dentro y fuera del país. “Es importante el trabajo colaborativo. La competencia es algo que contraviene el principio de ser periodista. Al final somos servidores públicos y llevar la información tiene que ser primordial, no las agendas propias”, dijo Iván Reyes.
El componente emocional siempre está presente en esta y todas las coberturas. Sin embargo, en situaciones en las que hasta la vida se pone en riesgo, es necesario tener un acompañamiento emocional y empatía. Esto experimentaron los periodistas de Venezuela y Argentina durante la cobertura que ambos hacían sobre las elecciones presidenciales. “No es una cobertura como cualquier otra. Yo recomendaría tener siempre a una persona en quien confiar. Alguien que te pueda ayudar desde dentro, pero el apoyo emocional también es muy importante antes, durante y después de la cobertura”, afirmó Lucía Sol Miguel.
La periodista argentina volvió a su país a pesar de que su vuelo fue cancelado. Junto a sus editores en La Nación tuvieron que buscar alternativas de último minuto para poder garantizar una salida sin mayores sobresaltos. Finalmente, regresó en un vuelo de conexión a Madrid. Una vez en Buenos Aires, Lucía Sol Miguel ha participado en programas de televisión y en conferencias donde ha explicado cómo fue la cobertura en Venezuela y en las que se ha sentido bien recibida por la comunidad migrante venezolana que vive en el país sureño.
“Me di cuenta de cómo son los venezolanos. La comunidad acá tiene los mismos sentimientos que viven los que están en Venezuela, pero multiplicados porque tienen el anhelo de volver. Nos ven a los periodistas con mucho agradecimiento por haber hecho cobertura en su país. Yo sólo estaba haciendo mi trabajo, pero eso también te muestra el lado humano del periodismo”, dijo Lucía Sol Miguel.
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